Olores, colores y sabores. Cataratas de sensaciones producidas por un vino que penetra en la memoria silenciosa de los sentidos sorprendiendo los
recuerdos más primigenios.
Monasterio de La Oliva
2017
Vino fruto de uva de una sanidad ejemplary una
maduración perfecta llena de fruta y alto contenido en polifenoles con una espacial energía ácida.
2016
Presencia de madera, astringencia seca, cuerpo robusto y ratificación de que la garnacha estará en las mejores mesas del mundo. Vino excelente que se entregará en
mayo de 2018.
Caldo equilibrado y en boca persistente, con cuerpo y acidez propios. Fresco en boca, y suave como la seda. Taninos nobles integrados en el vino. Un gran
vino.